Mucho se ha especulado sobre una posible quiebra de Fannie Mae y Freddie Mac, y más aún desde que la FED y el Departamento del Tesoro anunciaron la semana pasada la puesta en marcha de un paquete de medidas para apoyar a este par entidades financieras, conocidas también como GSE.
Las GSE o Government Sponsored Enterprises son empresas privadas con fines públicos, creadas por el gobierno de Estados Unidos, con el objetivo de reducir el costo de capital para algunos prestatarios. Cuentan con el respaldo implícito del gobierno estadounidense, pero no constituyen una obligación directa para éste.
La Asociación Nacional Federal Hipotecaria (FNMA por sus siglas en inglés), mejor conocida como Fannie Mae, es una entidad que compra hipotecas y emite activos respaldados por hipotecas (mortgage backed securities) a los prestamistas hipotecarios. Fue fundada en 1938, con el fin de ofrecer a los estadounidenses de ingresos bajos y medios la oportunidad de adquirir una casa propia. En 1968, Fannie Mae fue privatizada y ofrecida en el mercado de capitales, a fin de que no generara más gastos en el gobierno de Estados Unidos. Posteriormente, fue fundada Freddie Mac, o la Corporación Federal de Créditos Hipotecarios (FHLMC por sus siglas en inglés). Dicha compañía creada por el Congreso se encarga de comprar préstamos hipotecarios de ciertos tipos de residencias y luego bursatilizarlos a través de instrumentos de deuda. En otras palabras, las actividades comerciales de Fannie Mae y Freddie Mac son muy similares y se resumen básicamente en bursatilización de créditos hipotecarios y la compra de bonos en el mercado secundario, a fin de proveer mayor liquidez y estabilidad a los mercados hipotecarios.
Tanto Fannie Mae como Freddie Mac han registrado consistentemente pérdidas en los últimos trimestres, mismas que han sido indudablemente ocasionadas por el fuerte deterioro del sector inmobiliario y del mercado crediticio. Ambas GSE se dedicaron a comprar, entre otras cosas, carteras respaldadas por préstamos subprime calificadas inicialmente como AAA, con lo que su exposición a dichos mercados llegó a superar ampliamente sus valores en libros y por tanto los riesgos a los que se enfrentaron se elevaron significativamente. Adicional a ello, los problemas de liquidez de los mercados financieros globales, detonados en agosto del año pasado, comenzaron a materializar dichos riesgos. En efecto, tanto Fannie Mae como Freddie Mac atribuyen sus problemas al deterioro en el mercado inmobiliario, que trajo consigo una caída en los precios de las casas, un aumento de la morosidad hipotecaria, el incremento en las ejecuciones de hipotecas, y consecuentemente la caída del valor de las hipotecas que tienen en sus carteras y las turbulencias que la crisis inmobiliaria ocasionaron en los mercados crediticios globales.
Ahora bien, como salida o fin al problema de Fannie Mae y Freddie Mac, existen tres casos posibles. El primero y el peor, sería que las GSE se declararan en quiebra, con lo que el sistema hipotecario de Estados Unidos, uno de los pilares básicos de su economía, quedaría prácticamente destruido. El segundo caso que se podría presentar sería una recapitalización de GSE, similar a las que se han dado en casos como los de Citigroup, Merrill Lynch y Lehman Brothers. En efecto, el jueves pasado, Freddie Mac anunció la emisión de bonos a dos años por un monto de US$3 mil millones, misma que fue sobredemandada por inversionistas mayoritariamente asiáticos y europeos. Adicionalmente, el viernes pasado, Freddie Mac reiteró su compromiso con su ente regulador, la OFHEO, de recaudar US$5,500 millones en capital a través de ofertas de acciones communes y preferentes. Por lo anterior, esta posibilidad no es descartable.
El tercer caso posible sería la nacionalización de las mencionadas instituciones, es decir, la absorción de la exposición de Fannie Mae y Freddie Mac por parte del gobierno estadounidense. Una intervención de este tipo tendrá de una forma u otra implicaciones delicadas en términos de la deuda federal. Las carteras retenidas y garantizadas de Fannie Mae y Freddie Mac ascienden a más de US$ 5 billones de dólares. Si el Gobierno Federal decidiera absorber dicho monto y por tanto incluirlo en su deuda, que al cierre de 2007 ascendía a US$ 9 billones, la deuda federal alcanzaría un nivel de US$ 14 billones. Esto ocasionaría, a su vez, que en nivel de endeudamiento, de ser el 65% del PIB, pasaría a ser más del 100% del PIB de Estados Unidos. Dicho fenómeno no se ha producido desde 1945. El que Estados Unidos tenga una deuda mayor a sus ingresos podría igualmente generar un deterioro de su grado de solvencia en términos del incremento del monto de la deuda. No necesariamente implicaría una reducción en su calificación de deuda (AAA), porque el monto no es lo único que la garantiza, pero entra dentro de las posibles consecuencias. De todas maneras, dicho deterioro enviaría una señal negativa a los inversionistas y por tanto generar una salida de capitales hacia otras alternativas y, en consecuencia, una mayor depreciación del dólar.
La FED y el Departamento del Tesoro ya han empezado a actuar. El lunes pasado, la FED de Nueva York fue autorizada a otorgar préstamos directos a Fannie Mae y Freddie Mac, mientras que el Departamento del Tesoro solicitó al Congreso que aprobara la legislación propuesta para modificar la forma de monitorear a las mencionadas GSE y poder auxiliarlas en cuanto fuera necesario, en términos de liquidez y capital. En otras palabras, el gobierno está tratando de agotar todos los recursos posibles para salvaguardar a ambas empresas y evitar tomar medidas más agresivas y tener que asumir un costo sumamente elevado. De una sola cosa estamos seguros, y es que lo que finalmente pase con Fannie Mae y Freddie Mac será un punto de inflexión para el desarrollo de los acontecimientos en los mercados financieros y la economía de Estados Unidos.
http://impreso.elfinanciero.com.mx/pages/Ejemplar.aspx?IdNota=226286
Hace algunos años descubrí que me encantaba estar enterada de la economía mundial y de eventos financieros relevantes... Aquí les dejo una porción de lo que pienso y leo al respecto. A veces sera en ingles y a veces en español, dependiendo del mood y del tema...
viernes, 18 de julio de 2008
Una semana más agitada que de costumbre
La agenda económica estadounidense estuvo sumamente nutrida de indicadores, reportes, discursos, a los cuales se sumaron más noticias negativas para Fannie Mae y Freddie Mac, así como malos reportes trimestrales de los bancos.
¿Qué fue lo más importante que pasó la semana pasada?
Prácticamente toda la información de la semana fue importante, pero probablemente lo que más destacó fue el reporte semestral presentado por el presidente de la FED, Ben Bernanke, ante el Congreso de Estados Unidos. En dicho reporte, en el cual se destaca que las presiones, tanto en los mercados como en las instituciones financieras se mantienen elevadas, por lo que la FED tiene como prioridad ayudarlas a volver a la normalidad. Asimismo, el reporte advierte de una posible desaceleración del consumo en los próximos trimestres. De la misma forma, la FED explica también que espera que el crecimiento se mantenga por debajo la tendencia de largo plazo en este año, y que no se recuperará sino hasta en dos años. En lo que a inflación se refiere, el presidente de la FED explicó que se mantendría en elevados niveles en el corto plazo, debido al incremento de los precios de los commodities.
El presidente de la FED fue acompañado por el Secretario del Tesoro, Henry Paulson, quien rindió declaraciones sobre el problema de Fannnie Mae y Freddie Mac, las compradoras de hipotecas más importantes de Estados Unidos. Henry Paulson dijo que las turbulencias que están viviendo dichas empresas pudieran generar un riesgo sistémico en los mercados financieros, por lo que solicitó que el gobierno y la FED tuvieran más autoridad para poder intervenir ante una emergencia. En efecto, el lunes anterior, la FED anunció que había autorizado al banco central de Nueva York a otorgar préstamos directos tanto a Freddie Mac como a Fannie Mae, de forma que pudieran acceder a ellos en cuanto fuera necesario. El mismo día, el Secretario del Tesoro solicitó la autorización al Senado de comprar acciones de dichas entidades financieras a modo de rescate. En otras palabras, el gobierno estadounidense está consciente del elevado nivel de riesgo en el que se encuentran Fannie Mae y Freddie Mac, por lo que podrían tomarse acciones agresivas para evitar la quiebra de dichas instituciones.
¿Y qué más pasó?
Adicional al reporte publicado por la FED, se dieron a conocer las minutas de la última reunión de política monetaria, llevada a cabo los días 24 y 25 de junio. A pesar de que pueden resultar obsoletas por la velocidad con la que se están dando los acontecimientos en la economía de Estados Unidos, es importante destacar que las minutas dieron cuenta de una mayor preocupación por el riesgo inflacionario que por el crecimiento por parte de los miembros del FOMC. En efecto, la minuta incluyó la encuesta de las expectativas de los gobernadores de la FED y de los presidentes de los bancos regionales, misma que mostró una cierta mejora de las perspectivas de crecimiento. Por el contrario, las expectativas inflacionarias empeoraron, dado que la encuesta arrojó una revisión al alza de las estimaciones de inflación para este y el próximo año. En definitiva, todo apunta a que el crecimiento, aunque no negativo, se va a mantener moderado en los próximos trimestres, pero va a venir acompañado de niveles de inflación más elevados, debido al incremento de los precios de los commodites.
¿Qué hay de los datos económicos?
Además de la minuta y del reporte de la FED, se dieron a conocer datos importantes, sobre todo por el lado de la inflación. El martes se dio a conocer la inflación a los productores, que en junio ascendió a 1.8% mensual, contra 1.4% esperado. De la misma forma, se publicó el índice de precios al consumidor, que registró un aumento de 1.1% en el mencionado periodo, superando así la expectativa de que creciera 0.7%. Estos resultados mostraron las fuertes presiones que han seguido ocasionando los aumentos en los precios de los commodities, es especial del petróleo.
Adicionalmente, se dieron a conocer las ventas al menudeo que, después de haber crecido a un buen ritmo de 0.8% en mayo, se incrementaron tan sólo 0.1% en junio, y 0.8% sin incluir autos, lo cual muestra el lastre que constituye el deterioro de las ventas de autos en el consumo en general.
Por otra parte, la producción industrial creció 0.5% en junio, superando así ampliamente la expectativa de que aumentara 0.2%. Este resultado fue principalmente ocasionado por un fuerte progreso en la producción de vehículos luego que los trabajadores de la industria normalizaran tras una larga huelga. Sin embargo la tendencia es que se siga desacelerando el sector industrial en Estados Unidos.
Sin duda, los datos de inflación incrementaron las preocupaciones por ese lado de la economía y anticipan mayores deterioros en el futuro.
Además de los datos económicos, esta semana reportaron sus resultados trimestrales importantes empresas financieras de Estados Unidos. El miércoles pasado, Wells Fargo reportó que sus ingresos netos cayeron 23% a US$1,750 millones, arrojando así un resultado mejor al esperado por los analistas. El jueves, JPMorgan Chase reportó que sus utilidades cayeron 52%, debido a los writedowns y a los costos en los que incurrió para adquirir Bear Stearns. Por su parte, Merrill Lynch informó en la tarde del mismo jueves que registró pérdidas de US$4,650 millones, resultado peor al esperado por los analistas, ocasionados principalmente por US$9,700 en writedowns. Finalmente, el viernes, Citigroup reportó que sus pérdidas netas ascendieron a US$2,500 millones, menores a las esperadas, debido a US$ 7,200 millones en writedowns. Aunque en algunos casos los reportes hayan sido mejores a los esperados, el balance general es negativo: pérdidas o caídas en las utilidades, acompañadas de más writedowns, que parecen no acabar.
¿Qué se espera para esta semana?
Esta semana será poco nutrida de indicadores, pero dado que estamos en época de reportes y que los mercados financieros están tan frágiles, las noticias no se harán esperar. Esperamos en primer lugar la publicación de los indicadores líderes correspondientes a junio el próximo lunes 21, donde se estima que se registrará una caída de 0.1% con respecto al mes anterior.
El miércoles 23, la FED dará a conocer el Beige Book, en el que podremos darnos una idea del diagnóstico de la economía en junio y julio, mismo que será utilizado para la próxima reunión de política monetaria.
El jueves 24, se publicación las ventas de casas existentes, que se espera caigan a 4.95 millones en junio, desde 4.99 en el mes anterior. El mismo día se darán a conocer las órdenes de bienes duraderos, que deberían, según las expectativas del mercado, caer 0.2% en junio con respecto al mes anterior.
Por último pero no menos importante, la Universidad de Michigan publicará el viernes 25 la revisión de su índice de confianza del consumidor de julio, que se espera lo mantenga en 56.6 puntos. Asimismo, se darán a conocer las ventas de casas nuevas, que se espera caigan a 505 mil en junio.
¿Qué fue lo más importante que pasó la semana pasada?
Prácticamente toda la información de la semana fue importante, pero probablemente lo que más destacó fue el reporte semestral presentado por el presidente de la FED, Ben Bernanke, ante el Congreso de Estados Unidos. En dicho reporte, en el cual se destaca que las presiones, tanto en los mercados como en las instituciones financieras se mantienen elevadas, por lo que la FED tiene como prioridad ayudarlas a volver a la normalidad. Asimismo, el reporte advierte de una posible desaceleración del consumo en los próximos trimestres. De la misma forma, la FED explica también que espera que el crecimiento se mantenga por debajo la tendencia de largo plazo en este año, y que no se recuperará sino hasta en dos años. En lo que a inflación se refiere, el presidente de la FED explicó que se mantendría en elevados niveles en el corto plazo, debido al incremento de los precios de los commodities.
El presidente de la FED fue acompañado por el Secretario del Tesoro, Henry Paulson, quien rindió declaraciones sobre el problema de Fannnie Mae y Freddie Mac, las compradoras de hipotecas más importantes de Estados Unidos. Henry Paulson dijo que las turbulencias que están viviendo dichas empresas pudieran generar un riesgo sistémico en los mercados financieros, por lo que solicitó que el gobierno y la FED tuvieran más autoridad para poder intervenir ante una emergencia. En efecto, el lunes anterior, la FED anunció que había autorizado al banco central de Nueva York a otorgar préstamos directos tanto a Freddie Mac como a Fannie Mae, de forma que pudieran acceder a ellos en cuanto fuera necesario. El mismo día, el Secretario del Tesoro solicitó la autorización al Senado de comprar acciones de dichas entidades financieras a modo de rescate. En otras palabras, el gobierno estadounidense está consciente del elevado nivel de riesgo en el que se encuentran Fannie Mae y Freddie Mac, por lo que podrían tomarse acciones agresivas para evitar la quiebra de dichas instituciones.
¿Y qué más pasó?
Adicional al reporte publicado por la FED, se dieron a conocer las minutas de la última reunión de política monetaria, llevada a cabo los días 24 y 25 de junio. A pesar de que pueden resultar obsoletas por la velocidad con la que se están dando los acontecimientos en la economía de Estados Unidos, es importante destacar que las minutas dieron cuenta de una mayor preocupación por el riesgo inflacionario que por el crecimiento por parte de los miembros del FOMC. En efecto, la minuta incluyó la encuesta de las expectativas de los gobernadores de la FED y de los presidentes de los bancos regionales, misma que mostró una cierta mejora de las perspectivas de crecimiento. Por el contrario, las expectativas inflacionarias empeoraron, dado que la encuesta arrojó una revisión al alza de las estimaciones de inflación para este y el próximo año. En definitiva, todo apunta a que el crecimiento, aunque no negativo, se va a mantener moderado en los próximos trimestres, pero va a venir acompañado de niveles de inflación más elevados, debido al incremento de los precios de los commodites.
¿Qué hay de los datos económicos?
Además de la minuta y del reporte de la FED, se dieron a conocer datos importantes, sobre todo por el lado de la inflación. El martes se dio a conocer la inflación a los productores, que en junio ascendió a 1.8% mensual, contra 1.4% esperado. De la misma forma, se publicó el índice de precios al consumidor, que registró un aumento de 1.1% en el mencionado periodo, superando así la expectativa de que creciera 0.7%. Estos resultados mostraron las fuertes presiones que han seguido ocasionando los aumentos en los precios de los commodities, es especial del petróleo.
Adicionalmente, se dieron a conocer las ventas al menudeo que, después de haber crecido a un buen ritmo de 0.8% en mayo, se incrementaron tan sólo 0.1% en junio, y 0.8% sin incluir autos, lo cual muestra el lastre que constituye el deterioro de las ventas de autos en el consumo en general.
Por otra parte, la producción industrial creció 0.5% en junio, superando así ampliamente la expectativa de que aumentara 0.2%. Este resultado fue principalmente ocasionado por un fuerte progreso en la producción de vehículos luego que los trabajadores de la industria normalizaran tras una larga huelga. Sin embargo la tendencia es que se siga desacelerando el sector industrial en Estados Unidos.
Sin duda, los datos de inflación incrementaron las preocupaciones por ese lado de la economía y anticipan mayores deterioros en el futuro.
Además de los datos económicos, esta semana reportaron sus resultados trimestrales importantes empresas financieras de Estados Unidos. El miércoles pasado, Wells Fargo reportó que sus ingresos netos cayeron 23% a US$1,750 millones, arrojando así un resultado mejor al esperado por los analistas. El jueves, JPMorgan Chase reportó que sus utilidades cayeron 52%, debido a los writedowns y a los costos en los que incurrió para adquirir Bear Stearns. Por su parte, Merrill Lynch informó en la tarde del mismo jueves que registró pérdidas de US$4,650 millones, resultado peor al esperado por los analistas, ocasionados principalmente por US$9,700 en writedowns. Finalmente, el viernes, Citigroup reportó que sus pérdidas netas ascendieron a US$2,500 millones, menores a las esperadas, debido a US$ 7,200 millones en writedowns. Aunque en algunos casos los reportes hayan sido mejores a los esperados, el balance general es negativo: pérdidas o caídas en las utilidades, acompañadas de más writedowns, que parecen no acabar.
¿Qué se espera para esta semana?
Esta semana será poco nutrida de indicadores, pero dado que estamos en época de reportes y que los mercados financieros están tan frágiles, las noticias no se harán esperar. Esperamos en primer lugar la publicación de los indicadores líderes correspondientes a junio el próximo lunes 21, donde se estima que se registrará una caída de 0.1% con respecto al mes anterior.
El miércoles 23, la FED dará a conocer el Beige Book, en el que podremos darnos una idea del diagnóstico de la economía en junio y julio, mismo que será utilizado para la próxima reunión de política monetaria.
El jueves 24, se publicación las ventas de casas existentes, que se espera caigan a 4.95 millones en junio, desde 4.99 en el mes anterior. El mismo día se darán a conocer las órdenes de bienes duraderos, que deberían, según las expectativas del mercado, caer 0.2% en junio con respecto al mes anterior.
Por último pero no menos importante, la Universidad de Michigan publicará el viernes 25 la revisión de su índice de confianza del consumidor de julio, que se espera lo mantenga en 56.6 puntos. Asimismo, se darán a conocer las ventas de casas nuevas, que se espera caigan a 505 mil en junio.
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