viernes, 18 de enero de 2008

Resumen de discursos de la FED del 17/01/2008

Mexico's Peso, Bonds Rise as Central Bank Holds Benchmark Rate





Mexico's Peso, Bonds Rise as Central Bank Holds Benchmark Rate
By Valerie Rota


Jan. 18 (Bloomberg) -- Mexico's peso and bonds gained after the central bank kept benchmark borrowing costs at 7.5 percent, preserving the rate advantage on local securities over U.S. assets.
Yields on Mexico's most-traded security headed for back-to- back weekly declines for the first time since July. The five- member Banco de Mexico board today said it voted to keep the key lending rate at 7.5 percent for a third month after raising it a half-percentage point last year.
``Wider spreads help attract more investments toward Mexico,'' said Kevy Alcindor, an economist at Mexico City-based brokerage Vector Casa de Bolsa SA.
The peso gained 0.3 percent to 10.9148 per dollar from 10.9507 yesterday, pushing its advance this week to 0.9 percent.
The yield on the 10 percent bond due December 2024 fell 5.5 basis points, or 0.055 percentage point, to 8.01 percent at 10:48 a.m. New York time. It has fallen 28 basis points from a 14-month high on Jan. 4. The price today rose 0.57 centavo to 118.35 centavos per peso, according to Banco Santander SA.
Central bankers kept their benchmark rate unchanged amid concern that inflation may quicken even as growth slows in the country's biggest trading partner, the U.S.
Rising unemployment and a contraction in manufacturing output in the U.S. have led traders to boost bets that the Federal Reserve will cut lending rates this month. Interest-rate futures show 50 percent odds that Fed policy makers will cut their key rate by 0.75 percentage point to 3.5 percent when they meet on Jan. 30. Traders see a 100 percent likelihood of a half- point cut at the meeting.
A 75 basis-point Fed cut would be the biggest since June 1980 and would widen the spread with Mexico's benchmark to 4 percentage points.


To contact the reporter on this story: Valerie Rota in Mexico City at vrota1@bloomberg.net . Last Updated: January 18, 2008 11:43 EST

lunes, 14 de enero de 2008

¿Cómo va Estados Unidos?

La semana pasada se caracterizó por una escasez de indicadores económicos, por lo que las noticias corporativas fueron las que guiaron mayoritariamente los movimientos del mercado. Entre ellas, se destacó en primer lugar, el anuncio de la compra de Countrywide Financial por parte de Bank of America por un monto de US$ 4,000 millones*, suma que se traduce en un precio por acción 7.6% menor al que se encontraba al momento del acuerdo – o sea, les salió a precio de gallina flaca –. En segundo lugar, el New York Times publicó un artículo donde explicaba que Merrill Lynch, quien dará a conocer un reporte en la presente semana, pudiera anunciar la revaluación de US$ 15,000 millones de sus inversiones, producto de la crisis financiera. De ser así, se superaría la expectativa del consenso de los analistas financieros, que esperan que dicho writedown – palabra de moda en estos días – ascienda a “tan sólo” US$ 12,000 millones. En fin, las cosas no se ven muy bien para Merrill Lynch, quien ya ha acudido a inversionistas de Asia y del Medio Oriente para recaudar capital.

A estos eventos, se sumaron algunos discursos de miembros de la FED, mismos que aumentaron los temores por una recesión en Estados Unidos y, en consecuencia, incrementaron las probabilidades que los recortes en la tasa de referencia se prolonguen por un tiempo mayor al planeado.

¿Qué dijo la FED?

Durante la semana pasada, se produjeron tres discursos de miembros de la FED. Sin duda alguna, el más importante fue el del tío Ben Bernanke, quien señaló el jueves 10 de enero que el panorama estadounidense había empeorado y que podrían ser necesarios más recortes en la tasa de referencia. En efecto, al momento de mencionar estas palabras, los futuros de los fondos federales pasaron a descontar un recorte de 50 puntos básicos con 92% de probabilidad, cuando minutos antes los hacían con 68% de probabilidad. Además, el tío calificó al último reporte de empleo dado a conocer el viernes antepasado de «decepcionante», pero que era necesario tener más información antes de sacar conclusiones definitivas. En lo que se refiere a la inflación, estimó que las expectativas estaban ancladas de forma razonable y que se seguía monitoreando de cerca su comportamiento. Esto me llamó particularmente la atención, porque hace poco más de un mes, el comunicado de la reunión de política monetaria del 11 de diciembre volvía a darle un peso importante a la inflación y dejaba implícitamente claro – ya sé que suena contradictorio – que ya estaba bueno de recortes. Pero parece que a la FED le toca seguir relajando la política monetaria, porque el panorama económico no se ve nada bonito y las perspectivas económicas van empeorando poco a poco.

Siguiendo la línea de discurso del tío, Frederic Mishkin, miembro del Board of Governors de la FED, dijo el viernes pasado que la volatilidad de los mercados financieros estaba aumentando los riesgos de una fuerte desaceleración en el crecimiento y en el empleo, por lo que reiteró que la FED había estado y continuaría actuando para apaciguar estos efectos. Adicionalmente, expresó que las expectativas inflacionarias estaban ancladas, por lo que dudaba que una política monetaria más expansiva pudiera impulsar la inflación. Curiosamente, reconoció que las condiciones financieras y económicas podían cambiar drásticamente y rápidamente, por lo que la FED debía ser flexible. Y para que no se quejen si no les pareció suficiente, el presidente de la FED de Boston, Eric Rosengren, explicó el viernes pasado también que los precios de las casas pudieran caer más en 2008 y que la recesión inmobiliaria podría acelerar el declive de la economía de Estados Unidos. Agregó que el nivel de capitalización de los bancos era aceptable pero que la posibilidad de una fuerte crisis crediticia se mantenía elevada.


En otras palabras, las palabras de estos importantes miembros del banco central estadounidense no hacen más que empeorar las expectativas de la economía estadounidense y confirmarnos que un deterioro del crecimiento ya es inminente. Adicionalmente, los riesgos de recesión cada vez aumentan más. Al respecto, el Wall Street Journal publicó la semana pasada, como lo hace una vez al mes, una encuesta en la que mide la probabilidad de que Estados Unidos entre en recesión según los economistas. Pues resulta que dicha probabilidad aumentó a 42%, desde 38% en la publicación anterior y 23% seis meses atrás. A pesar de ello, el grado de incertidumbre en torno al futuro de la economía estadounidense se mantiene elevado. Para irnos por lo seguro, será entonces necesario esperar a que se den a conocer más indicadores económicos para tener mayor certeza de la dirección de la economía de Estados Unidos.

¿Qué se espera para esta semana?

Esta semana se anuncia bien nutrida de indicadores que nos permitirán tener una idea más clara de lo que está ocurriendo en Estados Unidos. Aunado a ello, ya se anunciaron varios discursos de miembros de la FED, que sin duda alguna tendrán efectos importantes sobre las perspectivas de los economistas y sobre el comportamiento del mercado. El jueves 17 de enero, el tío Ben comparecerá ante la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Representantes. Dicha comparecencia comenzará a las 10:00 (hora de Estados Unidos) y tratará sobre las perspectivas a corto plazo para la economía. Más temprano, la presidenta de la FED de Cleveland, Sandra Pianalto, tocará el mismo tema, así como Jeffrey Lacker, presidente de la FED de Richmond.

En lo que a indicadores económicos se refiere, la agenda va a estar bien cargada – es decir, yo voy a tener mucho trabajo - . Por el lado de la inflación, se darán a conocer los índices de precios de los productores y de los consumidores, que se espera aumenten 0.2% en diciembre con respecto a noviembre. Estos datos serán singularmente importantes debido a que las preocupaciones por la inflación se han elevado en las últimas semanas, debido principalmente al alza descontrolado de los precios de los commodities, en particular el del petróleo. Adicionalmente, de estos resultados dependerá el grado de maniobra que tendrá efectivamente la FED para ejercer los recortes que sean necesarios para prevenir la temida recesión y promover el crecimiento.

En lo que se refiere a consumo, se publicarán las ventas al menudeo, que deberían, según las expectativas del mercado, aumentar tan sólo 0.1% en diciembre. Además, la Universidad de Michigan dará a conocer el índice de confianza del consumidor de enero, que se espera caiga a 75, desde 75.5 en diciembre. Es decir, se espera que el pesimismo entre los consumidores estadounidenses aumente. Por otra parte, se dará a conocer la producción industrial, que se espera aumente 0.2% en diciembre, en tanto que el mercado espera que la capacidad utilizada caiga a 81.4%, desde 81.5%. Adicionalmente, el Conference Board publicará los indicadores líderes correspondientes a diciembre, donde se espera una caída de 0.1% con respecto a noviembre.

En pocas palabras, tendremos muchos datos clave esta semana, con lo que esperamos tener más claridad sobre la dirección hacia la que se dirige la economía estadounidense. Adicionalmente, esperamos que los discursos de los miembros de la FED sean consecuentes unos con otros, a fin de evitar malas interpretaciones por parte de los mercados y contar con un discurso claro por parte del banco central. Sin embargo, varias han sido las ocasiones en las que los mismos miembros de la FED destacan el grado de incertidumbre en el que se encuentran. Siendo así, que queda para nosotros, los simples mortales.

Kevy Nathalie Alcindor





*Vale destacar que yo suelo traducir los montos del inglés. Por ejemplo, si digo US$ 4,000 millones, quiere decir en inglés US$ 4 billones.

sábado, 12 de enero de 2008

Contagio o no contagio, esa es la cuestión (sobre la caída del Dow Jones en agosto - parte II)

Después de la revuelta de las pasadas semanas, el nerviosismo parece estarse disipando, gracias a las ya conocidas intervenciones de los bancos centrales, especialmente con la FED a la cabeza. En reunión extraordinaria, el banco central de los EU decidió el pasado viernes 17 de agosto – apenas diez días posteriores a su reunión ordinaria – recortar la tasa de descuento en 50 puntos básicos, a fin de facilitar el acceso a crédito a las entidades bancarias que así lo requirieran. En el comunicado que publicó, se destaca que las condiciones en el mercado financiero se habían deteriorado significativamente y que el riesgo para el crecimiento estadounidense había aumentado. Estas palabras desplazan el sesgo inflacionario que había mantenido la FED hasta el 07 de agosto (fecha de la última reunión ordinaria), como justificación para mantener la tasa de referencia en 5.25%. Vale la pena recordar que la tasa de descuento no es la que usualmente se modifica en las reuniones del FOMC, si no la tasa a la cual las reservas federales regionales prestan a las entidades financieras que así lo requieran. En otras palabras, esta medida no hizo más que permitir que los bancos accedieran a mayores niveles de liquidez por un plazo de treinta días, a fin de aliviar el mercado.

Por su parte, los principales bancos centrales del mundo, como el Banco de Japón y el Banco Central Europeo, mantuvieron la política de inyectar liquidez en el mercado a medida que se hiciera necesario, y en magnitudes menos significativas que la semana anterior.

Recuento de noticias

El pasado 13 de agosto, Goldman Sachs anunció que iba a inyectar liquidez a uno de sus fondos de cobertura, noticia que generó alzas en el mercado. Al día siguiente, Sentinel Management Group emitió un comunicado donde explicó que no tenía capacidad de respuesta para unos fondos valorados en US$ 1,600 millones. En el mercado canadiense, varios fondos anunciaron que tampoco tenían capacidad de pago, en tanto que Aegis Mortgage suspendió sus operaciones por problemas de liquidez.

El 14 de agosto, UBS advirtió que el deterioro del mercado pudiera impactar negativamente las utilidades de dicha entidad financiera. Por si fuera poco, varios analistas de Sanford C. Bernstein & Co pronosticaron que Citigroup, el mayor banco de EU en términos de activos, pudiera perder US$ 3,000 millones en las utilidades del tercer trimestre, por inversiones en créditos subprime. En el mercado hipotecario, las malas noticias no se hicieron esperar. Countrywide Financial anunció que los niveles de morosidad y de ejecuciones de hipotecas aumentaron a niveles récord en julio. Asimismo, varios analistas redujeron la calificación a Thornburg Mortgage, por los problemas de liquidez que enfrenta la entidad hipotecaria.

El 15 de agosto, Merrill Lynch advirtió que Countrywide Financial pudiera declararse en bancarrota, si no contara con la capacidad de conseguir financiamiento de corto plazo. En efecto, le bajó la recomendación a “vender”. Por su parte, Bear Stearns redujo la calificación del fondo hipotecario a “peer perform”, desde “outperform”. Al día siguiente, dicha entidad hipotecaria anunció que recurrió a una línea de crédito de US$ 11,500 millones para impulsar su liquidez y acelerar los planes para trasladar su gestión hipotecaria a su división Countrywide Bank. Los crecientes problemas a los que se está enfrentando la mayor entidad hipotecaria de EU han exacerbado los temores por el llamado credit crunch.

Para el lunes 20, Solent Capital Partners LLP (empresa británica que maneja US$ 8,800 en fondos de cobertura) anunció que tal vez estaría forzada a vender activos en una unidad que vende valores respaldados por hipotecas, tras la negativa de algunos inversionistas de proveer financiamiento de corto plazo, lo que generó caídas en las acciones de Citigroup, Bank of America y JPMorgan Chase. La ahora conocida por todos Countrywide Financial registró pérdidas en sus acciones ese día, luego que KBW le bajara la calificación a “underperform”.


En cuanto al martes 21, las cosas se calmaron, gracias al aumento de la confianza que la FED vaya a tomar las medidas necesarias para evitar una crisis en el mercado crediticio e impulsar al crecimiento. Esta tendencia continuó el miércoles 22, gracias a expectativas de que la crisis del mercado crediticio no iba a contagiar al resto de la economía, y a los nuevos anuncios de fusiones y adquisiciones. Por su parte, TD Ameritrade y E*Trade Financial anunciaron que estaban conversando la posibilidad de una fusión. NYMEX Holdings también confirmó que ha recibido ofertas de takeovers.

Show me the money!


El martes 21, Christopher Dodd, el presidente de la Comisión Bancaria e Hipotecaria del Senado, sostuvo una reunión con Ben Bernanke y Henry Paulson. Los resultados de dicha reunión generaron perspectivas positivas en el mercado. Dodd señaló que la FED estaba abierta a utilizar todas las herramientas a su disposición para restaurar la estabilidad de los mercados, lo que ayudó a recuperar la confianza de los inversionistas. Agregó que le preocupaba que el Departamento del Tesoro no tomara aún conciencia de la magnitud del problema en el mercado crediticio. Sin embargo, el discurso de Jeffrey Lacker, presidente de la FED de Richmond, impulsó a la baja los mercados, luego que dijera que un recorte de la tasa sería pertinente si y sólo si la volatilidad del mercado contagiara al crecimiento.

Una noticia que confundió al mercado el mismo martes fue la de cuatro entidades bancarias
estadounidenses que anunciaron que acudieron a la ventana de descuento de la FED para solicitar préstamos por US$ 500 millones cada una: JPMorgan, Bank of America, Wachovia y Citigroup fueron las beneficiadas. Sin embargo, los cuatro bancos manifestaron que estaban tomando el liderazgo en demostrar el valor potencial de la ventana de descuento de la FED y que animaban a otras entidades a acudir a esta opción de financiamiento, por lo que esta decisión fue sin duda alguna positiva.

¿Contagio o no contagio?
A pesar que hemos visto una cierta “normalización” del comportamiento de los mercados, gracias a mejores expectativas, las medidas de política monetaria de la FED y el alivio del nerviosismo, hay que mantener mucha cautela en cuanto a la magnitud del problema en los mercados crediticios, así como las posibles repercusiones que pudiera tener en el crecimiento estadounidense.

En este sentido, y según varios estudios y encuestas, ya van 25,000 empleados de la industria financiera estadounidense que han perdido sus trabajos a causa de la crisis crediticia: Bear Stearns despidió a 240 empleados la semana pasada, Lehman Brothers Holdings despidió a 1,200 trabajadores, National Bank Holding cerró su unidad de hipotecas y eliminó 541 empleos, Accredited Home Lenders Holding despidió a 1,600 empleados. Asimismo, HSBC anunció que cerraría unas oficinas y recortaría aproximadamente 600 puestos de trabajo.

Según los datos de Challenger, Gray & Christmas, en lo que va de año, más de 40,000 personas han perdido sus empleos en instituciones hipotecarias. Por otra parte, las compañías de construcción han recortado casi 20,000 empleos este año, en tanto que la Asociación Nacional de Bienes Raíces espera que este declive se profundice para finales de año. Sin duda alguna, esto pudiera generar problemas de desempleo, deterioro de la confianza y del consumo. En consecuencia, seguiremos prestando especial atención a la evolución del mercado laboral a través de las solicitudes iniciales de beneficios por desempleo, que esta semana se elevaron a 322,000, en tanto que el dato de la semana pasada fue ajustado al alza, hasta 324,000. El aumento de las solicitudes que hemos visto en las últimas semanas nos anuncia un nuevo aumento del desempleo. En efecto, para julio, se situó en 4.6%, aumentando desde 4.5%, cifra en
la que se había mantenido durante tres meses consecutivos. Por su parte, el índice ABC de confianza al consumidor, que se publica semanalmente, ha mostrado el creciente pesimismo de los consumidores. En la última publicación, este índice cayó a –20, desde –11 la semana anterior.

Nuevamente la FED
Adicionalmente, vale la pena recordar que en su discurso, Dodd advirtió que una de las prioridades de la administración estadounidense era evitar que siguiera aumentando el número de ejecuciones de hipotecas, que para la fecha han alcanzado máximos de 37 años, y proteger a los más de 3 millones de personas afectadas por los créditos subprime, puesto que habían sido víctimas de malas prácticas en el mercado crediticio. En consecuencia, la FED debería tomar las medidas necesarias para impulsar el crecimiento, que a su vez repercutiría en el empleo y el consumo, y en un mayor optimismo por parte de los consumidores. Esto explica el hecho que los inversionistas esperen que la FED decida recortar la tasa de referencia antes de la próxima reunión (18 de septiembre), con lo que se elevaría el nivel de liquidez de toda la economía y los incentivos en el crecimiento. En efecto, el mercado tiene la total certeza de un recorte de tasa en 50 puntos básicos, puesto que esta probabilidad se encuentra en 100% para la próxima
reunión de la FED. Sin embargo, la FED actúa con suma cautela y no tomará la decisión hasta que tenga suficiente información para fundamentarla. A escala mundial, los bancos centrales siguen esta práctica, y en lo que va de mes, ninguno de ellos ha recortado la tasa. Incluso, en algunos casos, la han subido, tal como lo han hecho las autoridades monetarias de Chile, Noruega, Sudáfrica, China y Corea del Sur. Sin embargo, las autoridades de los bancos centrales han manifestado que están atentas a los acontecimientos y que tienen la capacidad de dar una respuesta rápida en caso que sea necesario, por lo que el mercado se ha mantenido aliviado. Es decir que, el actual alivio de los mercados se debe al voto de confianza que se le ha dado a los bancos centrales, que serían entonces quienes tendrían la última carta a jugar; en este
sentido, no hay que descartar que los bancos centrales tengan varios “ases” bajo la manga, todavía.

Crónica de un contagio anunciado (sobre la caída del Dow Jones en Agosto - parte I)


¿Qué fue lo que pasó el jueves?

En la apertura de los mercados de valores del jueves 09 de agosto, inició la manifestación de una crisis en los mercados crediticios, con una caída del Dow Jones en más de 200 puntos en los primeros minutos de la sesión, luego que el Banco Central Europeo anunciara que había inyectado US$ 130,200 millones en liquidez al mercado, luego de recibir 49 solicitudes de préstamos por parte de entidades financieras.

¿Cuál fue el detonante?

El jueves, el BNP Paribas, el banco más grande de Francia, suspendió los retiros de tres fondos de inversión (Parvest Dynamic ABS, BNP Paribas ABS Euribor y BNP Paribas ABS Eonia), porque no tenía la capacidad de valuar sus activos, producto de las pérdidas generadas por las hipotecas subprime estadounidenses (óigase bien, estadounidenses). Dichos fondos se valoraban en aproximadamente US$ 2,200 millones el día 07 de agosto, después de haber caído 20% en menos de dos semanas. La entidad financiera tiene aproximadamente un tercio de sus fondos invertidos en valores subprime, calificados como AA o superiores. Pero BNP Paribas no ha sido el único. Bear Stearns y Union Investment Management también habían congelado los retiros de sus fondos en semanas anteriores. Asimismo, el banco de inversión holandés NIBC Holding anunció el jueves que había sufrido pérdidas por aproximadamente US$ 187 millones en inversiones subprime en EU en lo que va de año.



La evaporación de liquidez que se generó con estos anuncios impulsó la tasa overnight del Banco Central Europeo de 4.11% a 4.31%, y la del Banco de Inglaterra de 5.35% a 5.36%. Como respuesta, el BCE tomó la ya conocida medida de inyectar liquidez al mercado por un monto de US$ 130,200 millones, con el fin de aliviar el nerviosismo. Si bien esta era la medida que debía tomarse, la noticia generó mayor nerviosismo en los mercados, sobre todo en el estadounidense. Por su parte, la FED inyectó US$ 24,000 millones a las reservas temporales en sus operaciones overnight, lo que para los traders representa una suma mayor a la usual. Por si fuera poco, el BOJ decidió también inyectar US$ 8,490 millones de liquidez al sistema financiero el viernes, en tanto que la Reserva Federal australiana efectuó una inyección por un monto de US$ 4,200 millones, que representa la mayor suma desde enero de 2003. Los bancos centrales de Filipinas, Indonesia y Corea del Sur dijeron que están preparados para tomar esta medida.
En caso de que estas medidas tomadas por los bancos no fueran suficiente evidencia de contagio, AIG, una de las mayores aseguradoras a escala mundial, advirtió en la mañana del jueves que estaba observando que la incurrencia en morosidades en los créditos hipotecarios se estaban replicando en el mercado prime, que hasta ahora, no había sido afectado.


¿Y qué pasó el viernes?
Evidentemente, la apertura del viernes volvió a ser negativa en prácticamente todos los mercados y los bancos centrales continuaron interviniendo. El BCE volvió a inyectar liquidez, esta vez por un monto de US$ 83,600 millones, con el fin de asegurar las condiciones de estabilidad en el mercado de dinero. La FED aportó reservas temporales en dos ocasiones, la primera por US$ 19,000 millones y la segunda por US$ 16,000 millones. Normalmente, la FED hace un solo acuerdo de recompra los viernes.



No satisfecha con ello, la FED realizó un tercer aporte, esta vez por una suma de US$ 3,000 millones, por medio de un tercer acuerdo de recompra a 3 días. Esta operación hizo que el total de fondos inyectados por la FED en el día ascendiera a US$ 38,000 millones. Sin embargo, esta medida fue opacada por el nerviosismo de los mercados, lo que se tradujo en una ampliación de la caída de las bolsas en el intradía. Afortunadamente, con el abaratamiento de las acciones, los inversionistas decidieron comprar activos, por lo que al final del día el Dow Jones se recuperó, cerrando en baja de todas formas.
En suma, entre los bancos centrales de Estados Unidos, Europa, Japón, Australia y Canadá, se han agregado aproximadamente US$135,700 millones al sistema bancario, a fin de evitar una crisis de confianza en los mercados crediticios globales.



¿Y qué va a pasar luego?


Eso dependerá de varios factores. Creemos que mientras que no se sepa la magnitud del problema del mercado crediticio subprime, no se podrá saber qué tan grave es el problema. En ese sentido, hay que esperar a que más entidades financieras den a conocer los niveles de pérdidas que se han generado en el seno de las inversiones en hipotecas subprime. Por otro lado, es necesario tener conocimiento certero de que esta situación esté efectivamente replicando en el mercado prime, lo que empeoraría significativamente el problema. Lo más probable es que haya muchas más entidades financieras que estén sufriendo pérdidas y que, por tanto, esta situación no haya tocado fondo.



¿Será que la FED va a tomar medidas?
Esto depende de lo que pase en el resto de la economía. En repetidas oportunidades, distintas personalidades de la FED han dicho que no creen que el problema del mercado inmobiliario e hipotecario se vaya a contagiar al resto de la economía, por lo que no haría falta una intervención drástica por parte de la autoridad monetaria (¿será que siguen pensando esto?). En efecto, a pesar de haber reconocido la existencia de un problema en el mercado crediticio en la última reunión del FOMC, reiteró que su principal preocupación seguía siendo la inflación, que aún no daba señales de moderación sostenida. En consecuencia, es de esperarse que la FED tome cartas en el asunto cuando empiece a ver malos resultados en el crecimiento, por la vía del empleo, por ejemplo. Si se empieza a observar un aumento en los niveles de desempleo (que de hecho aumentó a 4.6% en julio, después de haberse mantenido en 4.5% los tres meses anteriores), habrá impactos negativos en el nivel de consumo, y en consecuencia en el crecimiento, lo que pudiera hacer reaccionar a la FED.
Sin embargo, dadas las condiciones actuales, la FED debería actuar más rápido, puesto que, aparentemente estaba equivocada. Estamos viendo un contagio, no sólo en el mercado estadounidense, pero también en el resto del mundo, dada la internacionalización de los mercados financieros. La FED debería, en estas circunstancias, tomar acciones preventivas, antes que la crisis en los mercados crediticios empeore, no sólo inyectando liquidez en los mercados, si no aliviando las restricciones en las tasas de interés. En efecto, con lo que ha pasado en los últimos días, la probabilidad que se reduzca la tasa de interés se ha elevado sustancialmente. Al momento de escribir este reporte, la probabilidad que se aumente la tasa de referencia en 25 pb en la próxima reunión del FOMC se sitúa en 56%. Además, han iniciado las especulaciones que la FED llame a una reunión extraordinaria este mismo mes, a fin de reducir la tasa de referencia, con una probabilidad de 32%. De modo que mientras la FED siga considerando que los riesgos están contenidos, no se puede esperar a que se tomen medidas drásticas.


¿Y qué del resto de los Bancos Centrales?
Las señales que los bancos centrales en general estén dispuestos a recortar sus respectivas tasas de referencia son aún muy difusas. En efecto, esta semana ha habido un aumento generalizado en las tasas de referencia. El miércoles, el directorio del Banco de la Reserva Federal de Australia decidió elevar la tasa de referencia en 25pb hasta 6.5%. Ese mismo día, el Banco Central de Inglaterra dijo que tendría que aumentar la tasa de referencia una vez más, dado que los precios record del petróleo y el aumento de los precios de los alimentos iban a ejercer presiones a la inflación que sobrepasarían el rango objetivo. Por su parte, el Banco Central de Chino dijo que la inflación se aceleraría por el aumento en los precios de los alimentos y de los costos laborales, lo que aumenta las presiones para que se incremente la tasa de referencia por cuarta vez en este año. El jueves, el Banco de Corea del Sur subió inesperadamente su tasa de interés en 25pb hasta 5%. Finalmente, el viernes, el Banco Central chileno decidió aumentar la tasa de referencia a 5.5%. Las autoridades monetarias de dicho país latinoamericano dijeron que era posible que fueran necesarios más incrementos en la tasa. Se espera también que el Banco de Japón eleve las tasas en su próxima reunión del 23 de agosto, en tanto que el Banco de México ha advertido que podría subir las tasas, de continuar las presiones inflacionarias.
La respuesta de los bancos centrales dependerá en gran medida de la magnitud del problema crediticio, que hasta ahora es desconocido para el mercado. Los mayores estragos los está sufriendo el mercado Europeo, por lo que la intervención de la FED no será la que necesariamente liderará la resolución al problema. En consecuencia, vale la pena tener mucha cautela y esperar que el BCE y el BOE tomen las medidas más acertadas, que hasta ahora así han sido. En efecto, luego que se realizaran las inyecciones de liquidez, las tasas overnight se aliviaron.


Kevy Nathalie Alcindor

Análisis - Mercados Internaccionales

Vector, Casa de Bolsa

Recuento

Bueno hace ya un rato que no escribo y la verdad si tengo material... Así que lo primero que voy a hacer es publicar algunos archivos viejos... Y también publicaré de otros autores.
Ahí les va

Hace algunos años descubrí que me encantaba estar enterada de la economía mundial y de eventos financieros relevantes... Aquí les dejo una porción de lo que pienso y leo al respecto. A veces sera en ingles y a veces en español, dependiendo del mood y del tema...