lunes, 14 de enero de 2008

¿Cómo va Estados Unidos?

La semana pasada se caracterizó por una escasez de indicadores económicos, por lo que las noticias corporativas fueron las que guiaron mayoritariamente los movimientos del mercado. Entre ellas, se destacó en primer lugar, el anuncio de la compra de Countrywide Financial por parte de Bank of America por un monto de US$ 4,000 millones*, suma que se traduce en un precio por acción 7.6% menor al que se encontraba al momento del acuerdo – o sea, les salió a precio de gallina flaca –. En segundo lugar, el New York Times publicó un artículo donde explicaba que Merrill Lynch, quien dará a conocer un reporte en la presente semana, pudiera anunciar la revaluación de US$ 15,000 millones de sus inversiones, producto de la crisis financiera. De ser así, se superaría la expectativa del consenso de los analistas financieros, que esperan que dicho writedown – palabra de moda en estos días – ascienda a “tan sólo” US$ 12,000 millones. En fin, las cosas no se ven muy bien para Merrill Lynch, quien ya ha acudido a inversionistas de Asia y del Medio Oriente para recaudar capital.

A estos eventos, se sumaron algunos discursos de miembros de la FED, mismos que aumentaron los temores por una recesión en Estados Unidos y, en consecuencia, incrementaron las probabilidades que los recortes en la tasa de referencia se prolonguen por un tiempo mayor al planeado.

¿Qué dijo la FED?

Durante la semana pasada, se produjeron tres discursos de miembros de la FED. Sin duda alguna, el más importante fue el del tío Ben Bernanke, quien señaló el jueves 10 de enero que el panorama estadounidense había empeorado y que podrían ser necesarios más recortes en la tasa de referencia. En efecto, al momento de mencionar estas palabras, los futuros de los fondos federales pasaron a descontar un recorte de 50 puntos básicos con 92% de probabilidad, cuando minutos antes los hacían con 68% de probabilidad. Además, el tío calificó al último reporte de empleo dado a conocer el viernes antepasado de «decepcionante», pero que era necesario tener más información antes de sacar conclusiones definitivas. En lo que se refiere a la inflación, estimó que las expectativas estaban ancladas de forma razonable y que se seguía monitoreando de cerca su comportamiento. Esto me llamó particularmente la atención, porque hace poco más de un mes, el comunicado de la reunión de política monetaria del 11 de diciembre volvía a darle un peso importante a la inflación y dejaba implícitamente claro – ya sé que suena contradictorio – que ya estaba bueno de recortes. Pero parece que a la FED le toca seguir relajando la política monetaria, porque el panorama económico no se ve nada bonito y las perspectivas económicas van empeorando poco a poco.

Siguiendo la línea de discurso del tío, Frederic Mishkin, miembro del Board of Governors de la FED, dijo el viernes pasado que la volatilidad de los mercados financieros estaba aumentando los riesgos de una fuerte desaceleración en el crecimiento y en el empleo, por lo que reiteró que la FED había estado y continuaría actuando para apaciguar estos efectos. Adicionalmente, expresó que las expectativas inflacionarias estaban ancladas, por lo que dudaba que una política monetaria más expansiva pudiera impulsar la inflación. Curiosamente, reconoció que las condiciones financieras y económicas podían cambiar drásticamente y rápidamente, por lo que la FED debía ser flexible. Y para que no se quejen si no les pareció suficiente, el presidente de la FED de Boston, Eric Rosengren, explicó el viernes pasado también que los precios de las casas pudieran caer más en 2008 y que la recesión inmobiliaria podría acelerar el declive de la economía de Estados Unidos. Agregó que el nivel de capitalización de los bancos era aceptable pero que la posibilidad de una fuerte crisis crediticia se mantenía elevada.


En otras palabras, las palabras de estos importantes miembros del banco central estadounidense no hacen más que empeorar las expectativas de la economía estadounidense y confirmarnos que un deterioro del crecimiento ya es inminente. Adicionalmente, los riesgos de recesión cada vez aumentan más. Al respecto, el Wall Street Journal publicó la semana pasada, como lo hace una vez al mes, una encuesta en la que mide la probabilidad de que Estados Unidos entre en recesión según los economistas. Pues resulta que dicha probabilidad aumentó a 42%, desde 38% en la publicación anterior y 23% seis meses atrás. A pesar de ello, el grado de incertidumbre en torno al futuro de la economía estadounidense se mantiene elevado. Para irnos por lo seguro, será entonces necesario esperar a que se den a conocer más indicadores económicos para tener mayor certeza de la dirección de la economía de Estados Unidos.

¿Qué se espera para esta semana?

Esta semana se anuncia bien nutrida de indicadores que nos permitirán tener una idea más clara de lo que está ocurriendo en Estados Unidos. Aunado a ello, ya se anunciaron varios discursos de miembros de la FED, que sin duda alguna tendrán efectos importantes sobre las perspectivas de los economistas y sobre el comportamiento del mercado. El jueves 17 de enero, el tío Ben comparecerá ante la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Representantes. Dicha comparecencia comenzará a las 10:00 (hora de Estados Unidos) y tratará sobre las perspectivas a corto plazo para la economía. Más temprano, la presidenta de la FED de Cleveland, Sandra Pianalto, tocará el mismo tema, así como Jeffrey Lacker, presidente de la FED de Richmond.

En lo que a indicadores económicos se refiere, la agenda va a estar bien cargada – es decir, yo voy a tener mucho trabajo - . Por el lado de la inflación, se darán a conocer los índices de precios de los productores y de los consumidores, que se espera aumenten 0.2% en diciembre con respecto a noviembre. Estos datos serán singularmente importantes debido a que las preocupaciones por la inflación se han elevado en las últimas semanas, debido principalmente al alza descontrolado de los precios de los commodities, en particular el del petróleo. Adicionalmente, de estos resultados dependerá el grado de maniobra que tendrá efectivamente la FED para ejercer los recortes que sean necesarios para prevenir la temida recesión y promover el crecimiento.

En lo que se refiere a consumo, se publicarán las ventas al menudeo, que deberían, según las expectativas del mercado, aumentar tan sólo 0.1% en diciembre. Además, la Universidad de Michigan dará a conocer el índice de confianza del consumidor de enero, que se espera caiga a 75, desde 75.5 en diciembre. Es decir, se espera que el pesimismo entre los consumidores estadounidenses aumente. Por otra parte, se dará a conocer la producción industrial, que se espera aumente 0.2% en diciembre, en tanto que el mercado espera que la capacidad utilizada caiga a 81.4%, desde 81.5%. Adicionalmente, el Conference Board publicará los indicadores líderes correspondientes a diciembre, donde se espera una caída de 0.1% con respecto a noviembre.

En pocas palabras, tendremos muchos datos clave esta semana, con lo que esperamos tener más claridad sobre la dirección hacia la que se dirige la economía estadounidense. Adicionalmente, esperamos que los discursos de los miembros de la FED sean consecuentes unos con otros, a fin de evitar malas interpretaciones por parte de los mercados y contar con un discurso claro por parte del banco central. Sin embargo, varias han sido las ocasiones en las que los mismos miembros de la FED destacan el grado de incertidumbre en el que se encuentran. Siendo así, que queda para nosotros, los simples mortales.

Kevy Nathalie Alcindor





*Vale destacar que yo suelo traducir los montos del inglés. Por ejemplo, si digo US$ 4,000 millones, quiere decir en inglés US$ 4 billones.

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Hace algunos años descubrí que me encantaba estar enterada de la economía mundial y de eventos financieros relevantes... Aquí les dejo una porción de lo que pienso y leo al respecto. A veces sera en ingles y a veces en español, dependiendo del mood y del tema...