La FED dio a conocer nuevas medidas para proveer liquidez al mercado, así como mejoras a las que ya utiliza, ello con el objetivo de inyectar más dinero al mercado y estimular a la golpeada economía estadounidense.
¿Qué fue lo más importante que pasó la semana pasada?
Durante la semana pasada se llevó a cabo la reunión de política monetaria del FOMC, en la cual, sin sorpresas, se mantuvo la tasa de referencia en 0.25%. Más allá de ello, y de los comentarios que trajo el comunicado sobre el deteriorado estado de la economía, llamó nuestra atención y evidentemente la del mercado las noticias acerca de las medidas que va a tomar la FED para generar mayor liquidez en el mercado.
En efecto, el comité de política monetaria de la FED dijo que mantendría las tasas de referencia en el rango entre 0% y 0.25% por un tiempo más o menos prolongado. Asimismo, se comprometió a proveer de mayor apoyo a los mercados hipotecarios, a través del incremento de la inversión en activos respaldados por hipotecas - mejor conocidos como mortgage backed securities - por un monto de US$750 mil millones, con lo que la compra de dichos activos ascendería a US$1.25 billones.
Adicional a ello, el FOMC acordó comprar deuda de las agencias gubernamentales por un monto de US$100 mil millones, con lo que alcanzaría una suma total de US$200 mil millones. Por si fuera poco, el el comité anunció, tal como se había comenzado a especular hace algunos meses, su decisión de comprar deuda gubernamental de largo plazo hasta por US$300 mil millones en los próximos seis meses. En particular, minutos después del anuncio de decisión de política monetaria, la FED de Nueva York adelantó algunos detalles acerca de esta nueva medida.
Tal como lo anunció la FED, la compra ascendería a una suma de hasta US$300 mil millones en los próximos seis meses. Dichas operaciones se concentrarían en la compra de bonos de plazos comprendidos entre 2 y 10 años - los llamados treasury notes - y eventualmente la adquisición de deuda de otros plazos - más largos - e igualmente TIPS (Treasury Inflation-Protected Securities, o bonos ajustados por inflación). La FED de Nueva York explió que el mecanismo de compra de dicha deuda sería por medio de subastas realizadas por el sistema FedTrade, en el cual participarían principalmente los bancos más importantes del país - es decir, primary dealers -.
De acuerdo con el comunicado de la FED de Nueva York, la frecuencia de dichas operaciones sería de dos a tres veces por semana. Lo más seguro es que más temprano que tarde se den a conocer mayores detalles al respecto debido a que se espera que la primera subasta se lleve a cabo esta misma semana. A nuestro modo de ver, esta medida, junto a la expansión de los colaterales aceptados por la TALF anunciada también la semana pasada, es positiva porque proveerá de un monto significativo de liquidez al sistema financiero y contribuirá a que se restaure el flujo de dinero en la economía.
Adicional a estas noticias en torno a la política monetaria, el lunes pasado el mercado fue especialmente motivado por los comentarios que emitió el presidente de la FED, Ben Bernanke, en una inusual entrevista que dió al canal CBS. Entre muchos otros comentarios, dijo que ya se había visto cierto progreso en los mercados, aunque aún no estaba estable. Aseguró que dicha estabilización no tardaría en llegar y que, en consecuencia, la recesión terminaría este mismo año. En particular, explicó que estimaba que la caída de la economía comenzaría a moderarse este mismo año pero que no regresaría al pleno empleo tan rápido. No obstante, agregó que al final de 2009, se dejarían de ver las cifras de pérdidas de puestos de trabajo que se han estado observando en los últimos meses. Asimismo, el presidente de la FED descartó la posibilidad de una depresión económica, lo cual dio tranquilidad al mercado.
Puede que Ben Bernanke esté en lo cierto, pero la realidad actual nos dice que aún falta tiempo para que la economía se estabilice e inicie un periodo de franca preocupación. Por lo tanto, los datos que conoceremos en las próximas semanas probablemente seguirán mostrando deterioros en términos de consumo, actividad industrial, sector inmobiliario, y pare usted de contar.
¿Qué se espera para esta semana?
Esta semana que inicia viene medianamente cargada de indicadores, unos más relevantes que otros. Este lunes 23, se darán a conocer las ventas de casas existentes, que se espera caigan a 4.45 millones en febrero. El martes 24, la FHFA (Federal Housing Finance Agency) dará a conocer su índice de precios de las casas correspondiente a enero.
El miércoles 25, se publicarán las órdenes de bienes duraderos que, de acuerdo con las expectativas, deberían retroceder 2% en febrero con respecto al mes anterior. Se darán a conocer también las ventas de casas nuevas, que se espera caigan a 300 mil unidades en el segundo mes del año.
El jueves 26, se dará a conocer la revisión final del PIB del cuarto trimestre del año pasado, que se estima arroje una contracción de 6.6% con respecto al periodo anterior. Finalmente, pero no menos importante, el viernes 27se publicarán el ingreso y el gasto personal, que se espera registren una caída de 0.1% y un avance de 0.2% en febrero, respectivamente. Igualmente el viernes, la Universidad de Michigan dará a conocer la revisión su índice de confianza del consumidor de marzo, que el mercado estima lo ubique en 56 puntos.
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