El próximo miércoles 30 de abril, se dará a conocer la decisión de política monetaria del Comité de Mercado Abierto de la FED, donde se espera un nuevo recorte en la tasa de referencia. La magnitud de dicho movimiento dependerá de varios factores. En primer lugar, esta decisión se tomará en función del estado de la balanza de riesgos entre inflación y crecimiento y en segundo lugar, de los efectos esperados de dicha decisión.
En primer lugar, veamos como está la balanza de riesgos. Para ello, revisemos los principales datos económicos:

Por su parte, los datos inflacionarios han sido aceptables, pero siguen mostrando cifras preocupantes en términos de precios de alimentos y energía, fenómeno que se ha repetido en el resto del mundo y constituye un factor difícil de controlar internamente. Por lo anterior, la balanza de riesgos sigue fuertemente inclinada hacia el crecimiento económico, y el desarrollo de los acontecimientos en el sector inmobiliario sigue adelantando mayores deterioros que no representarán más que un lastre para el crecimiento del vecino del norte. Ello nos lleva a esperar un nuevo recorte en la tasa de referencia en la próxima reunión del banco central.
¿De cuánto será el recorte?
Se ha especulado que en esta ocasión el recorte será mucho menos agresivo que en las cinco reuniones pasadas, debido a que se ha acumulado una reducción de 300pb desde septiembre del año pasado, y por tanto, se podría considerar que estas medidas ya son suficientes, dado que tan sólo quedan 225pb para que la tasa nominal sea nula (la real ya se ubica en -1.75%). En efecto, el promedio de las expectativas de los economistas (encuestados por Bloomberg) arroja un recorte esperado de 25pb. Adicionalmente, la minuta de la última reunión del FOMC (18 de marzo) muestra que los miembros del comité están más preocupados por la inflación que en reuniones anteriores y que, por tanto, el ritmo de los recortes pudiera desacelerarse de aquí a finales de año.
En efecto, en la última reunión, dos de los miembros del FOMC votaron en contra del recorte de 50pb (los presidentes de las FEDs de Filadelfia y Dallas, Charles Plosser y Richard Fisher, respectivamente), mientras que en la penúltima nada más había sido uno (Richard Fisher). El presidente de la FED de Dallas ha reiterado en sus últimas intervenciones que, a su modo de ver, las recientes reducciones en la tasa de referencia han sido muy rápidas y agresivas, con lo que se pudieran estar alimentando los riesgos inflacionarios.
Además, la FED, en su rol de prestamista de última instancia y de garante de la estabilidad de los mercados financieros, ha puesto en marcha varios programas y facilidades para que las entidades financieras puedan acceder a distintos instrumentos que le permitan aliviar los fuertes problemas de liquidez a los que se han enfrentado. Por ejemplo, se ampliaron las operaciones diarias de mercado abierto (es decir, las inyecciones de liquidez a las que sólo pueden acceder los 20 principales bancos) a la TAF (Term Auction Facility) y a la recientemente creada TSLF (Term Securities Lending Facility), accesibles a todas las instituciones depositarias estadounidenses (que son miles). Se destacó también el auxilio que prestó la FED de Nueva York JPMorgan en su adquisición de Bear Stearns. Adicionalmente, junto a los principales bancos centrales del mundo (Canadá, Reino Unido, Inglaterra, Suiza, Japón y Australia), la FED ha realizado operaciones, tales como la expansión de los montos de las operaciones de reporto y de swaps con el Banco Central Europeo y el Banco Nacional Suizo, todas con el fin de aliviar la turbulencia en los mercados financieros. Esto muestra que la FED está cumpliendo con su rol y también que está consciente de que las medidas tradicionales no son suficientes en situaciones como la que se está viviendo actualmente. Debido a lo anterior, es posible entonces que la FED modere las reducciones en la tasa de referencia, que ya está en niveles sumamente bajos.

Sin embargo, las expectativas están reñidas: el número de economistas que espera un recorte de 25pb es el mismo que el que espera uno de 50pb, y esto podría deberse a que, efectivamente, la economía real se ha deteriorado y por tanto, pudieran ser necesarias más medidas agresivas en términos de política monetaria. Muestra de ello fue el último Beige Book, publicado por la FED la semana pasada, que arroja una contracción en la actividad económica de tres cuartos de los distritos que reportan (9 de 12) en términos generales, pero también destaca el importante aumento de las presiones inflacionarias a la que se están enfrentando los productores, en especial por la vía de las materias primas. Debido a ello, es posible entonces que la FED reduzca entonces la tasa por 25pb nada más.
¿Qué dice el mercado?

De acuerdo el mercado de futuros de los fondos federales, al momento de escribir este documento, la probabilidad de un recorte de 25pb en la próxima reunión asciende a tan sólo 84%, por lo que no está completamente descontado alguna reducción de la tasa. Pero lo más importante es que estas expectativas se han ido reduciendo paulatinamente desde la última reunión, debido a los cambios en las señales que ha dado la FED y al aumento del peligro inflacionario, impulsado principalmente por el rally de los commodities. Para muestra un botón: el petróleo cerró ayer en un nuevo récord y el maíz hace algunas semanas fue por el mismo camino. Debido a ello, el mercado pasó de descontar casi completamente un recorte de 50pb inmediatamente después de la reunión del 18 de marzo, a descontar parcialmente uno de 25 pb. Desde este punto de vista entonces, no está completamente claro cuál será el próximo paso del FOMC.

¿Qué va a pasar entonces?

Como hemos comentado en ocasiones anteriores, habrán dos tipos de reacciones, y estas serán en función del anuncio del FOMC.
Estos tres casos pudieran interpretarse de la siguiente manera:
- Caso 1: El mercado se decepcionaría debido a que no recibiría la inyección de liquidez que esperaba. No obstante, esto significaría que la FED estaría considerando que la reducción de 300pb sería suficiente para promover el crecimiento y evitar un despegue de la inflación y que, por tanto, la economía se recuperaría pronto.
- Caso 2: El anuncio ocasionaría un rally en los mercados financieros (y no sólo los de EU) y además estaría enviando el mensaje de que el FOMC va a moderar o incluso detener los movimientos en las tasas de ese momento en adelante.
- Caso 3: La noticia generaría una euforia en el mercado, debido a que no se espera que esto suceda. Pero también implicaría que las medidas tomadas hasta ahora no han sido suficientes como para alentar a la economía. Ello además significaría que la FED considera que la recesión será más larga y profunda de lo que se había previsto anteriormente.
De acuerdo a todo lo que hemos visto, consideramos que el movimiento que tomará el FOMC el próximo 30 de abril será uno de una reducción de 25pb en la tasa de referencia, para que se ubique en 2% y uno adicional de 25pb en la reunión del 25 de junio. Sin embargo, no descartamos un cambio en el panorama de aquí a una semana (debido a la volatilidad del mercado), que sería principalmente guiado por los resultados de los datos económicos que se anuncien hasta el próximo miércoles, entre los cuales destacan el PIB del primer trimestre, por cierto.
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