domingo, 6 de abril de 2008

Siguen las malas noticias en Estados Unidos

La gran cantidad de indicadores que se dieron a conocer la semana pasada confirmó el fuerte deterioro de la economía estadounidense, que al parecer es peor de lo que se piensa.

¿Qué fue lo más importante que pasó la semana pasada?

Sin duda alguna, el dato más importante de la semana fue el del cambio en la nómina no agrícola, mismo que arrojó una destrucción de empleos por tercer mes consecutivo, en
esta ocasión de 80,000 en marzo, mientras que el mercado esperaba una caída de tan sólo 50,000 empleos. Adicionalmente, el Departamento de Estadísticas Laborales
revisó a la baja los datos de enero y febrero, ambos a 76,000, lo cual quiere decir que la situación del mercado laboral está mucho más deteriorada de lo que se pensaba y
por tanto tendrá repercusiones negativas en el consumo.

Aunado a ellos, las solicitudes iniciales de beneficios por desempleo aumentaron en 38,000 unidades en la semana que terminó el 29 de marzo, para así ubicarse en una cifra
inesperada de 407,000, el mayor nivel desde septiembre de 2005, cuando el huracán Katrina destrozó Nueva Orleans. En consecuencia, la tasa de desempleo estadounidense
ascendió entonces a 5.1%, cifra que acabó con la situación de pleno empleo en la que se encontraba el aparato económico estadounidense hasta febrero. En otras palabras, el sector laboral está en estado sumamente deteriorado.

Por otro lado, el Institute for Supply Management publicó sus índices manufacturero y servicios de marzo, para los cuales se obtuvieron resultados mejores a los esperados, aunque negativos. En el caso del sector manufacturero, el índice correspondiente aumentó inesperadamente a 48.6 en marzo, desde 48.3 en el mes anterior, contra una caída esperada a 48.5. Este resultado quiere decir que el sector manufacturero se mantiene en deterioro, aunque en menor medida que el mes anterior.

En lo que a sector servicios se refiere, el índice no manufacturero también registró una cifra mejor al conjunto de las expectativas: aumentó a 49.6, desde 49.3 en el mes
anterior, contra 48.5 esperado. Al igual que para el caso del índice manufacturero, la interpretación que hacemos a este resultado es que la actividad se contrajo, pero menos que en febrero. Vale destacar que para ambos sectores, los gerentes de compra señalaron que se siguen enfrentando a presiones inflacionarias por el lado de los costos,
especialmente por el aumento de los precios de los commodities.

En lo que al sector inmobiliario se refiere, las noticias siguen apuntando a la misma dirección: contracción y más contracción. El gasto en construcción cayó 0.3% en febrero, luego de haber caído 1.7% en el mes anterior. Dicho declive fue liderado, por supuesto, por la construcción residencial, que cayó 1% en el mes y 19% en los doce meses que terminaron el 29 de febrero. Dicho esto, la recuperación del sector inmobiliario aún no se acerca, y por tanto esta crisis será un lastre para el resto del crecimiento por un buen rato más.

¿Qué hay de la FED?

Esta semana, el presidente de la FED, Ben Bernanke, compareció ante la Comisión Económica del Senado, y destacó que habían posibilidades de que la economía
entrara en recesión, pero consideraba que se recuperaría en la segunda mitad del año. Adicionalmente, señaló que las políticas expansivas que se habían ejercido, tanto a nivel
fiscal como monetario, eran necesarias para estimular al crecimiento y por tanto debían mantenerse para apaciguar los efectos de la crisis subprime sobre el resto de la
economía.

En lo que a inflación se refiere, el presidente de la FED destacó que seguía siendo objeto de preocupación pero que pronosticaba que en el mediano plazo las presiones se
iban a moderar. En otras palabras, Ben Bernanke mantuvo el discurso que ha transmitido en las últimas semanas, mismo que es pesimista para la primera mitad del año pero más optimista para el segundo. Como ya comentamos la semana anterior, toda la información económica apunta hacia el escenario de recesión de la economía, principalmente por el lado del consumo, esto debido al fuerte deterioro que ha sufrido el
mercado laboral estadounidense. Por tanto lo más probable que ocurra es que la FED siga expandiendo la política monetaria para así estimular al crecimiento y evitar males
mayores en la economía.

¿Qué se espera para esta semana?

Esta semana se anuncia más bien ligera en lo que a indicadores se refiere, al menos con respecto a la que acaba de pasar. Sin embargo ya contaremos con nueva información de la inflación que se ha acelerado en los últimos meses. Al respecto, el viernes 11 se publicará el índice de precios de las importaciones, que se espera registre un aumento de 2% en marzo, y por tanto muestre una acentuada aceleración con respecto a febrero, cuando había aumentado 0.2%.

Por otro lado, se publicará el jueves 10 la balanza comercial de febrero, donde se espera una contracción del déficit comercial a US$ 57,500 millones. En lo que a consumo se refiere, la Universidad de Michigan publicará su índice de confianza preliminar, que debería, según las expectativas, caer a 69 en abril.

Por el lado de inversión, se publicará el informe de comercio al mayoreo estadounidense de febrero, donde esperamos que los inventarios de mayoristas acumulen 0.5% más que
en el primer mes del año. Asimismo, estaremos atentos a la información corporativa
que se dé a conocer durante la semana que podría darnos mayores datos sobre la magnitud de las pérdidas relacionadas con las hipotecas subprime, que al momento
de escribir este documento, ascienden a US$ 232,000 millones.

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Hace algunos años descubrí que me encantaba estar enterada de la economía mundial y de eventos financieros relevantes... Aquí les dejo una porción de lo que pienso y leo al respecto. A veces sera en ingles y a veces en español, dependiendo del mood y del tema...